¿Cómo elegir una trampilla?
Si te preguntas “cómo puedo tapar un agujero en casa”, o en cualquier otro lugar, de forma discreta y que además puedas tener acceso de vez en cuando a su interior, lo que necesitas es una trampilla. Ahora bien, ¿cuál? ¿Como elegirla? Te lo contamos.
Tipos de trampillas de registro
Dependiendo del tipo de trampilla de registro que se quieras colocar, así las hay de unos materiales u otros. Puedes encontrarlas de múltiples materiales como pladur, elementos metálicos o PVC y determinar si se quieren con una resistencia especial al fuego o de unas medidas en concreto, porque hay muchísimas dependiendo del sitio donde se vayan a colocar. También existen trampillas que se pueden realizar a medida, por lo que son trampillas personalizables que se ajustan a todo tipo de proyectos que quieras realizar.
Las trampillas de metal suelen utilizarse para falsos techos y paredes de yeso laminado, tipo pladur. Son muy versátiles y la perfilería puede venir definida para tener sistemas de seguridad a la hora de cerrar o tener una apertura y cierre presionando suavemente la compuerta. Este es el modelo más económico de todos los disponibles en el mercado.
Las trampillas EI (RF) disponen una característica especial de resistencia al fuego para ser instalada en esos sitios dónde se necesite tener más seguridad que en otros lugares menos peligrosos. Se pueden fabricar con las medidas que requiera siempre el cliente y dependiendo de la necesidad de tu obra así se harán unos acabados u otros.
Se pueden colocar también trampillas de escayola si el techo es de este mismo material. Las trampillas de PVC puedes colocarlas, por ejemplo, entre el hueco de la puerta y el marco y que no haya posibilidad de hacer desaparecer. También se pueden instalar trampillas motorizadas para colocar televisiones o aparatos como proyectores que una se finalice su uso, la trampilla se guarde y oculte el dispositivo como si no estuviera.
Las trampillas de pladur, son más fáciles de encontrar, pues están muy extendidas en la venta y las hay de diferentes calidades, llegando incluso algunas a ser estancas al aire y al polvo. También existen trampillas para alicatar y así poder integrar el azulejo en la bañera, en la pared del baño o en un jacuzzi, siempre sin perder la estética y el buen acabado de la obra. Disponer de este tipo de plantillas llega a ser muy útil sobre todo por el tema de las humedades.
Sea cual sea el tipo de trampilla que elijas, debes dejarte aconsejar siempre por el consejo de los profesionales fabricantes o instaladores, ellos sabrán recomendarte la mejor opción. Si es la primera vez que estás interesado en adquirir una trampilla, al haber muchas características y factores a tener en cuenta, es posible que te resulte algo lioso si desconoces este producto. Por eso, lo mejor será que estudies esta compra antes de llevar a cabo la obra que quieres realizar.
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